Es importante establecer la definición de algunos conceptos importantes para entender mejor esta relación entre espacios verdes y salud.
¿Qué se entiende por salud y paisajes saludables?
‘Salud’ describe un estado de completo bienestar físico, mental y social, y ‘salud pública’ se ocupa de la salud y el bienestar de poblaciones enteras. La definición de paisaje en el Convenio Europeo del Paisaje (ELC) es valiosa e inclusiva. La definición de ELC cubre espacios exteriores en todas partes, en todas las escalas, tanto construidas como naturales. Los paisajes incluyen campo, infraestructura verde y espacios abiertos, paisajes protegidos, espacios urbanos, plazas cívicas, ámbito público y más.
¿Qué es un paisaje saludable?
El término “paisajes saludables” describe lugares diseñados para promover la buena salud y el bienestar de la población. El paisaje mejora de forma demostrable la salud física y mental de las personas. The Landscape Institute (LI) promociona la importancia que juegan los paisajes bien planificados y diseñados en la mejora de la salud pública, y por qué los gobiernos locales y nacionales deben invertir más en infraestructura verde como atención médica preventiva, reduciendo la presión sobre el sistema de atención médica.
Desde The Landscape Institute (LI) apuestan por que aquellos involucrados en la creación de lugares saludables deben defender el papel que juega el paisaje en la mejora de los resultados de salud para la ciudadanía.
Viene a colación mencionar el estudio liderado por el Institut de Ciència i Tecnologia Ambientals de la Universitat Autònoma de Barcelona (ICTA-UAB) y publicado en la revista científica Health and Place, donde, además de afirmar la relación positiva entre la exposición a las zonas verdes y una buena salud, también establecen diferencias entre dicho beneficio en relación al género de la persona. El estudio arroja que las mujeres se benefician más de los parques y jardines de la ciudad, pero lo usan menos, pero, ¿por qué? Marta-Beatriz Fernández Núñez, investigadora del ICTA-UAB y una de las autoras del estudio afirma que, “esta circunstancia también podría explicarse por el hecho de que estos espacios, así como sus características y su calidad, no están diseñados y planificados para las mujeres del mismo modo que para los hombres”, enfocando este irregular uso de los espacios verdes principalmente en aspectos como la seguridad o la accesibilidad del mismo.
De esta forma, tanto el LI como los autores del estudio del ICTA-UAB, llaman a los profesionales de la salud pública, los planificadores y los arquitectos paisajistas, con representación masculina y femenina, a promover y actuar sobre la idea de que el paisaje de alta calidad aumenta el bienestar de la sociedad.