En el mantenimiento de campos de golf, la calidad del corte no es negociable. Pero para que las unidades de corte rindan siempre como el primer día, es imprescindible mantener sus molinetes bien afilados y con la forma correcta. Para conseguirlo, sin depender de servicios externos ni comprometer el resultado, es clave disponer de una rectificadora propia en el taller.
Apostar por las rectificadoras de Foley, marca líder en tecnología de afilado profesional importadas por Riversa, es una inversión que, a medio y largo plazo, garantiza rendimiento, calidad y ahorro.
Solo con filos bien afilados, con la forma cilíndrica perfecta y el ángulo de descarga intacto, se consigue un corte limpio, sin deshilachado, sin estrés para la planta y con una recuperación rápida del césped. Todo lo que no sea eso, genera un coste oculto: más fertilizante, más horas de mantenimiento, más sustituciones prematuras de piezas y un campo que no luce como debería.
Por eso, los principales fabricantes de unidades de corte suministran sus molinetes nuevos con afilado tipo “relief”, es decir, con un ángulo de expulsión que reduce el área de contacto, resultando en menor fricción y mayor vida útil. Y por eso, esa debe ser también la referencia en el taller: devolver el molinete a su forma original cada vez que pierda filo o comience a deformarse.
¿Qué beneficios aporta el afilado con ángulo de expulsión?
Hasta 3 veces más durabilidad del filo que con afilado cilíndrico.
Menor esfuerzo del motor: menos caballos necesarios para accionar el molinete.
Ahorro de combustible y reducción del desgaste hidráulico.
Mayor resistencia al recebo y otras labores abrasivas.
Menor estrés para el césped y una recuperación más rápida tras el corte.
Y sobre todo, molinetes sin conicidad, manteniendo siempre una forma perfecta.
La conicidad: el enemigo silencioso
Con el uso, los molinetes de las segadoras pierden su forma. La cuchilla se aplana, el filo se embota y aparece lo que se conoce como conicidad: el molinete ya no es uniforme de extremo a extremo. Si no se corrige a tiempo, el resultado es un corte irregular y un césped que empieza a mostrar síntomas de estrés.
La única forma de eliminar esta conicidad y devolver al molinete su forma original es con una rectificadora que permita afilar con ángulo de expulsión.
Según estudios técnicos, un molinete afilado con ángulo de expulsión requiere solo 0,88 HP para girar, mientras que uno afilado únicamente mediante rectificado cilíndrico puede llegar a esitar 2,59 HP. En una máquina con 5 molinetes, eso puede suponer una diferencia de hasta 8,5 HP extra de consumo, restados al sistema de tracción. Más consumo, más desgaste y menos eficiencia.
Las máquinas Foley: diseñadas para mantener el estándar de fábrica
Las rectificadoras Foley están diseñadas para devolver el molinete a su estado original con rapidez, seguridad y precisión. Incorporan sistemas de ajuste automático, preajustes de fábrica y permiten tanto el afilado cilíndrico como el afilado con descarga.