La gestión de restos vegetales, un reto municipal
Cada vez son más los municipios que incorporan biotrituradoras a su parque de maquinaria. La gestión de restos vegetales se ha convertido en uno de los grandes desafíos de los servicios municipales, ya que las labores de poda en calles, parques y jardines generan un volumen considerable de ramas y residuos. Para gestionarlos de forma eficiente, segura y sostenible, las biotrituradoras se han convertido en una herramienta clave.
Ventajas de incorporar una biotrituradora municipal
Las biotrituradoras GreenMech, importadas en España por Riversa, permiten procesar in situ los restos de poda, reduciendo el volumen del material, facilitando el transporte y evitando acumulaciones en la vía pública.
Entre sus beneficios destacan:
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Transformación del residuo en recurso útil: la viruta puede reutilizarse como acolchado en jardines, compostaje o biomasa.
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Ahorro logístico: menos viajes de transporte y menor ocupación de espacio.
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Mayor agilidad en los trabajos: se acelera el ritmo de las brigadas municipales.
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Impacto ambiental reducido: se disminuyen los desplazamientos y se evitan prácticas como la quema de restos vegetales.
Tecnología GreenMech: potencia y bajo nivel sonoro
La gama de biotrituradoras GreenMech se adapta a diferentes necesidades municipales, profesionales e industriales. Todas ellas incorporan la tecnología Disc-Blade, con cuchillas circulares en forma de disco que:
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Aumentan la eficacia en el triturado de material fibroso.
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Prolongan la vida útil de las cuchillas hasta 900 horas, reduciendo costes de mantenimiento.
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Ofrecen un funcionamiento más silencioso gracias a su diseño y al chasis insonorizado.
Andorra la Vella incorpora la GreenMech EVO 205D
El último municipio en apostar por estas soluciones ha sido Andorra la Vella, que ha incorporado una biotrituradora GreenMech EVO 205D a través del distribuidor local Tot Natura.
Entre sus características destacan:
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Diseño a remolque, transportable con licencia B+E.
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Tolva de alimentación amplia con rodillos horizontales que estabilizan el flujo de material.
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Deflector de descarga ajustable en 280º y plegable para optimizar el almacenamiento.
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Sistema de engrase centralizado que facilita el mantenimiento.
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Capó de acero insonorizado, con nivel acústico por debajo de los 114 dBA.
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Capacidad de 205 mm y productividad de hasta 7 toneladas por hora.
Tras la entrega, Riversa ha impartido la formación técnica a los operarios municipales, garantizando el uso seguro y eficiente de la máquina desde su puesta en marcha.
Una apuesta por la modernización de los servicios municipales
Con esta adquisición, Andorra la Vella refuerza su estrategia de modernizar los servicios de jardinería y gestión de residuos verdes, alineándose con una tendencia creciente entre municipios europeos: dotarse de maquinaria que no solo optimiza el trabajo diario de las brigadas, sino que también aporta un valor añadido en términos de aprovechamiento de recursos, sostenibilidad y calidad del servicio público.