Pese a las inusuales temperaturas de las que hemos disfrutado durante los últimos meses, el frío ha entrado con fuerza en toda la península. Como todas las plantas, el césped también sufre las consecuencias del frío. En invierno es habitual que pierda lustre y cobre un color amarillento. Para prevenirlo la solución ideal es contar con variedades resistentes a las heladas, pero esta opción no está al alcance de todo el mundo.