El Día Internacional de la Mujer es un momento clave para reflexionar acerca de los avances logrados. ¿Cómo definirías la situación actual en términos de igualdad de género?
La definiría como “en ebullición” si tuviese que escoger una sola palabra. La realidad actual es que, en general, gracias, o no, a las tecnologías y a la globalización del sistema, todo está cambiando, aunque posiblemente no con la rapidez que nos gustaría, pero sí lo suficiente como para sostener y afianzar los avances.
Desde tu experiencia ¿en qué punto se encuentra el grado de reconocimiento profesional de la mujer dentro del sector?
Sin querer extrapolar a todo el sector femenino porque no conozco a todas las mujeres con algún vínculo con esta profesión, creo que no está muy reconocido su papel. Como muestra, nunca hemos tenido un premio de mejor greenkeeper, ni mejor groundsman mujer tampoco. Proporcionalmente, tanto en España como internacionalmente en otras asociaciones, el porcentaje de participación en ponencias, masterclass, seminarios, congresos etc, es mayoritariamente masculina. La inclusión femenina es simplemente testimonial y, obviamente, muy lejos de ser igualitaria. Insisto en que normalmente las mujeres tienen trabajos iguales o más duros y menos visibles/reconocibles que los hombres tanto aquí en España como fuera.
Aumentar la presencia de mujeres en puestos de liderazgo requiere máxima atención y esfuerzo. El objetivo es que las mujeres tengan más peso en la toma de decisiones estratégicas porque tener un liderazgo más diverso beneficia a todos. ¿Crees que el liderazgo femenino en la industria del golf es una tendencia o simplemente una casualidad?
Quiero pensar que es una tendencia global en este sector al igual que en otros, sobre todo en aquellos que históricamente han “pertenecido” a un solo género. En la última década, el número de mujeres vinculadas al sector ha crecido bastante. Espero y deseo que este número aumente exponencialmente y que las que ya trabajamos en el sector afiancemos nuestros puestos gracias a nuestro trabajo responsable en los campos donde se celebran los torneos más importantes. Esperemos que así sea.
¿Consideras que existen barreras para que una mujer pueda acceder a puestos de relevancia dentro de la industria del mantenimiento profesional del césped deportivo (no solo golf también futbol u otros…? ¿Cuáles?
Hablaré sólo de lo que conozco. En la industria del golf, para que una mujer alcance un puesto de HeadGreenkeeper tiene que tener la titulación y una gran experiencia. No hay mujeres en el sector que hayan ascendido de jardineras a encargadas. Todas disponen de una titulación técnica mínima, han cursado masters aquí o fuera, ya sea EE.UU o en el Reino Unido, etc. Suelen tener una experiencia importante como asistente, previa a ocupar el cargo de Super Intendente. Para llegar a realizar este complejo proceso formativo es imprescindible tener mucho dinero o endeudarse, lo que convierte este camino en exclusivo para unas cuantas, las que tienen la posibilidad de costearse esta carrera.
Está comprobado que las empresas que aplican prácticas de conciliación familiar entre sus empleados contribuyen a reducir las desigualdades de género en el mercado laboral. ¿Consideras que el sector aplica o tiene en consideración este tipo de aspectos?
Considero que los empleados tienen la responsabilidad de exigir a las empresas que las políticas de conciliación familiar se hagan realidad y las empresa tienen la responsabilidad de no utilizar políticas de miedo contra sus empleados para que puedan responsabilizarse de sus familias, sin importar el género. Este pequeño gesto ayuda a construir un sector laboral más igualitario y más feliz. Si tus empleados articulan sus derechos el sistema no puede señalar a nadie por su género.
Creo que lo más difícil es llevar la conciliación familiar a las esferas económicas más altas dentro de nuestro sector, en puestos de dirección en campos de golf (tanto general como agronómicos) estás prácticas están castigadas con hasta pérdidas de empleos, no veo que haya mucha consideración en este aspecto.
En los grupos de trabajo con una sana mezcla de mujeres y hombres hay más eficiencia y mejor rendimiento. ¿Necesitamos cambios estructurales en la organización del trabajo para asegurar que tanto mujeres como hombres puedan contribuir y trabajar en equipo?
Pienso que este es el recorrido que hay que hacer. Nuestro trabajo como profesionales, independientemente del género, debe abrir las estructuras. Este paso enriquecerá todas las partes. Seguir con la situación actual sustrae la información sólo a una parte del sector y excluye a la otra. Para mí, el cambio estructural tiene que ser más profundo de lo que a priori se plantea. La parte que detiene la información en cualquier ámbito tiene el poder. El poder significa el éxito y aquí es donde radica el cambio. Es preciso compartir la información, empezar a no medirnos, a cuidarnos, a no estar perpetuamente en modo batalla.
¿Te has sentido cuestionada en algún momento de tu carrera profesional por ser mujer? ¿Crees que se te ha exigido más por el simple hecho de ser mujer?
Siendo honesta, la primera que se ha exigido más por ser mujer, probablemente, haya sido yo misma. Entiendo que este punto de partida no es el más sano, pero me ha costado unos años entenderlo. Es una cuestión muy importante ahora para mí. También me he sentido alguna vez cuestionada por algún compañero por ser mujer. Creo que esas personas que me han cuestionado lo hubiesen hecho igual, por ejemplo, si hubiese sido de otro color o hubiese tenido otro origen. He visto a compañeros cuestionar a otros por muchos motivos. Nos encanta juzgar a los demás. A la gente le gusta complicarse la vida, sobre todo si está aburrida. Al final, lo que estoy aprendiendo es que da igual si alguien te cuestiona mientras tu estés colocada mentalmente y emocionalmente en un sitio adecuado. Lo que tengo claro es que la autoexigencia que padecemos la mayor parte de las mujeres que nos dedicamos a este sector nos coloca en una posición de desventaja, contra nosotras mismas y el resto de compañeros, por supuesto.
¿Qué consejo le darías a las futuras estudiantes de ingenierías agrónomas o similares?
Que tomen decisiones desde el corazón y que disfruten del proceso, que no hay ningún sitio al que llegar, que la vida es aquí y ahora, que se respeten a sí mismas, a sus sueños, que las cosas pueden cambiar y ellas también. No hay que demostrar nada a nadie, ni siquiera a nosotras mismas.
¿Cómo crees que será el Día Internacional de la Mujer en el 2025? ¿Habremos avanzado o retrocedido en relación a nuestras demandas actuales?
Habremos avanzado, no estoy segura hacia dónde, pero espero verlo y sobre todo disfrutarlo.